Esquí de baches

El esquí de baches es una modalidad no tan conocida en nuestro país o al menos poco seguida, pero por si a alguien le da por esquiar en nuevos terrenos os  paso una serie de consejos sacados de la pag.  de nevaspor. 

Siguiendo las pautas marcadas por el equipo USA de los últimos años, en el esquí de baches existen 5 puntos importantes a destacar como fundamentos, presentando una serie de progresiones relevantes para su aprendizaje.

1. Esquí Básico. Consistente en definir la posición básica del esquiador y sus esquís, describiéndose 2 posiciones:

a. Postura del atleta. El peso del esquiador es uniforme, distribuido sobre ambos pies, cadera y hombros. El cuerpo debe ir relajado con las articulaciones flexionadas, cantos liberados y mirada al frente. 

b. Posición en paralelo. Los esquís deben encontrarse en paralelo, separados levemente. Debe existir angulación/ flexión de cadera y equilibrio dinámico.

2. Pivotamiento. Una de las metas estará en practicar el equilibrio dinámico y control del canteo en posición de paralelo mientras se cruza la línea de máxima pendiente.

3. Derrapaje a un lado. El objetivo buscará practicar la conducción con sutileza y control de los cantos, gestionando el equilibrio en posición de base mientras se hacen curvas a ambos lados de la pendiente. El resultado del canteo deberá ser una parada completa, con las manos dirigidas hacia adelante y la mirada al frente.

4. Guirnaldas. Con estas se introduce el movimiento desde el paralelo y la posición que debemos mantener. Se hará una toma de cantos con extensión de piernas y vuelta a la posición atlética con suelta de cantos en la misma posición.

5. Giros en paralelo. Buscaremos con ellos controlar el equilibrio en paralelo en todo tipo de condiciones y terrenos, manteniendo ritmo y equilibrio.

La parte de la cresta del bache nos ayudará a frenar, a la vez que ayudará a desencadenar el siguiente viraje. La clavada de bastón es muy importante pues nos ayudará a mantenernos centrados y a bajar por la línea de pendiente.

Mantendremos una posición alta para conservar la cadera equilibrada y el centro de gravedad encima de los pies, extendiendo las piernas para adaptarnos a la forma del bache mientras preparamos la clavada de bastón.

Al notar la compresión la absorberemos flexionando las rodillas y manteniendo la tensión abdominal para que no doblemos el torso, clavaremos el bastón y tras el momento de máxima flexión desencadenaremos un nuevo viraje metiendo las espátulas de los esquís en el siguiente surco.

Debemos distinguir entre los baches que nos encontraremos en pista y aquellos que se fabrican para competiciones, que están normalizados y siguen un reglamento en cuanto a desnivel y saltos.

Información sacada de nevasport